Descubriendo Baeza.


Baeza está lejos de Toledo, pero después de esta jornada nos da la sensación de que ya no lo está tanto. Hemos conocido una ciudad preciosa y una gente acogedora y muy generosa. Vamos a intentar contaros cómo transcurrió este precioso día en la más pequeña de todas las Ciudades- Patrimonio de la Humanidad que tenemos en España, pero grande en belleza e historia.
Nos tocó madrugar un poco más de lo normal, pero mereció la pena. El viaje tampoco se hizo demasiado pesado y sobre las once ya estábamos allí. Nuestros compañeros de Yepes ya estaban en el instituto, donde nos esperaban para darnos la bienvenida.


La primera idea que tuvimos al ver el instituto fue decir: ¡Ese edificio tan inmenso no podía ser un instituto! Luego nos enteramos de que había sido la sede de la antigua Universidad, algo que ya indica la importancia que llegó a tener Baeza en siglos pasados. Hoy en día se ha convertido en un instituto de Enseñanza Secundaria Santísima Trinidad.



Una vez estuvimos todos en el instituto, nos condujeron al paraninfo de la antigua Universidad y allí el director del centro y los profesores que llevan el Proyecto Patrimonio nos dieron la bienvenida y nos hicieron una presentación contando la conquista de Baeza.













Después salimos al patio y nos sorprendieron con un desayuno estupendo con los dulces y bollos típicos de la zona, los famosos ochíos.


También pudimos visitar en ese mismo patio el aula donde Antonio Machado impartió clase desde 1912 hasta 1919.

























Y ya, con las fuerzas repuestas, comenzó la visita de la ciudad con la ayuda de diferentes personajes que nos fueron haciendo de cicerones a través de la interesante historia de Baeza.

Iglesia de la Santa Cruz


Palacio de Jabalquinto, sede de la UNIA (Universidad internacional de Antonio Machado)
Plaza y Fuente de Santa María.














Y, por supuesto, la catedral, una antigua mezquita que ha sufrido numerosas transformaciones, siendo la del XVI la más importante.

Puerta de la Luna, gótico mudéjar  del siglo XIII, a los pies de la Catedral.


Precioso retablo barroco en el altar mayor. Nuestros alumnos de 4º haciendo la entrevista a los hermanos de una de las cofradías más representativas del Corpus de Baeza.




Y ya desde la catedral, atravesando la conocida como Plaza del Pópulo o de los Leones (por la fuente que allí se encuentra), nos condujeron al Ayuntamiento.



Puerta de la Azacaya o de Jaén y Arco de Villalar (conmemorativo de la victoria de las tropas imperiales de Carlos I en dicha batalla).



La imagen de arriba es la Plaza del Pópulo o de los leones, fue uno de los lugares qué mas nos sorprendió. Igual que el siguiente edificio que visitamos, el Ayuntamiento.

El Ayuntamiento nos sorprendió por lo grande y bien cuidado que está tanto su edificio como su entorno. Allí nos recibió la alcaldesa de Baeza, doña Dolores Marín, o Lola como ella misma se presenta, una mujer muy joven que nos dio una cálida bienvenida y nos invitó a querer y disfrutar de Baeza como ella lo hace.  Como siempre hacemos, aprovechamos la ocasión para realizar la entrevista a la alcaldesa y desde allí continuamos con la visita. 






Otra de las paradas fue la Iglesia y antiguo  Hospital de la Concepción.



Pudimos conocer también lo que queda del magnífico convento de San Francisco, proyectado por Vandelvira, y hoy en día utilizado como auditorio (y como restaurante la parte del claustro del convento)
Desde allí nos dirigimos a la última parada, una de las Puertas de la antigua muralla, la de Úbeda. Los “Reyes Católicos” nos contaron que fueron ellos precisamente los que mandaron destruir las murallas para acabar con las disputas de la nobleza local.
Y llegó el momento para ir a comer y para disfrutar un poco más en “libertad” de nuestros amigos de Baeza y de Yepes…
Después de la comida volvimos a quedar en la puerta de muralla para ir a visitar una antigua almazara que su dueño tuvo la gentileza de enseñarnos. Resultó ser una almazara muy especial ya que fue la primera de toda la provincia de Jaén que usó el vapor para mecanizar el proceso de realización del aceite…






Y con el sabor y el olor del aceite y con la pena de tener que marcharnos y no poder seguir visitando un lugar tan mágico nos montamos en el bus para poner rumbo de nuevo a Toledo.
¡Gracias Baeza por una jornada tan especial, nos vemos en Toledo!







Comentarios

Entradas populares de este blog

Preparando la Jornada de Ocaña. Tic-Tac